Nada te distrae, solo piensas en ti, en las cosas que realmente importan y con uno de los siete escenarios más maravillosos del mundo. No sé cómo serán el Taj Mahal, Petra, la gran Muralla China, el Cristo Redentor, la gran Pirámide de Guizao Chichén Itzá, pero desde luego Machu Picchu me dejó sin palabras, boquiabierta, estupefacta, flipando vamos. A mí, si si, que no callo ni debajo del agua. Muda. Fue un encuentro conmigo misma que no olvidaré.
Con esfuerzo y esa nueva sensación llegué a la cima. Un golpe de realidad me bajó del globo. Y es que por muy contenta que estuviera conmigo misma, el Machu Picchu no deja de ser un espectáculo para todo el mundo y las 400 personas diarias que pueden subir al Huayna Picchu para contemplar desde lo alto el antiguo poblado andino inca y el Machu Picchu, no pensaron:
- Vámonos, dejemos a Ju que despegue del todo y que disfrute en solitario de este momento y lugar.
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Alejandro!!!!! |
También os pongo la foto típica del condor Ju pasa, especie protegida que conseguimos retratar con miedo a despeñarnos y tirar todo por la borda.
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Cima del Machu Picchu |
Llegamos abajo tras momentos duros, curiosos, enternecedores y sustos. Dura, la subida. Curioso, el sentarme a descansar un segundito junto a dos tipos que tras recuperar el aliento e intercambiar un par de palabras, compartían el mismo acento que yo. ¡¡¡Eran de Pontevedra!!! Enternecedor, una pareja que subieron con su bebé de 8 meses a la cima y en su medio metro cuadrado, disfrutaron del momento, juntos, enamorados y con su bebé. Susto… una chica que se cayó y creo que tendrá ese mal recuerdo para toda la vida. En camilla se despidió del risco. Solo espero que esté bien.
Una vez abajo, cogimos fuerzas. En hora y media, sellamos pasaporte, nos dejamos timar por una trozo de Pizza y una Coca-cola, hicimos un pis y de vuelta a caminar. Esta vez nos esperaba la cima del Machu-Pichi. Buen ritmo, anti mosquitos, decisión e ilusión es lo único que hace falta. Un, dos, tres, cuatro… buf… Un, dos, tres, cuatro… A cada persona que me cruzaba, que la verdad no fueron más de 6, les preguntaba que si merecía la pena, que cuanto quedaba, que si me daban un poco de agua, que si un abrazo… Todos; francesas, chinas, mejicana… ponían sonrisa de oreja a oreja y decían que merecía muchísimo la pena. Un par de ellas me dijeron que era lo mejor que habían visto nunca… Claro, con esa contestación, te llenas de fuerza y otra vez. Un, dos, tres, cuatro…buf…un, dos, tres, cuatro…
Tras hora y media de ascenso se abre ante ti la mejor vista del mundo. Sonríes, lo conseguiste. Ahora no hay gente. Es tuya. ¡La leche!
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Despedida de la vista |
El descenso nuevamente duro. Además ya estábamos muy cansados y con ganas de meternos en la cama. Nos habíamos levantado a las 4.30 de la mañana y eran las 5 de la tarde. Agotadas y contentas cogimos el tren y con gran paz interior, me metí en la cama con las pilas cargadas para enfrentarme a una semana más en Huchuy Yachaq.
:) Sin palabras me dejas, Ju....y ya sabes que también es bastante complicao!! disfruta mi niña, disfruta mucho....
ResponderEliminarSiempre he querido estar allí y por como lo cuentas tiene que ser aun más emocionante que en mi imaginación. A ver si yo también tengo la suerte de vivirlo.
ResponderEliminarMi niña, solo te voy a decir una cosa...además de etsra alucionada...Blanch no sabe si entrarás o no en paz contigo misma, peor lo que viene siendo hacer pierna...otro rollo...entre esta escalada y la que haces a diario...jejejje!!
ResponderEliminarBromas aparte...me he emocionado hasta yo..llévate algo de mí en la mochila y continúa transmiténdonos tan bien las sensaciones. No es lo mismo, per leyendo esto, quieres vivirlo!!
A SEGUIR DISFRUTANDO!!!!
Ju! te adoroooo!!
ResponderEliminarMe emocionas, de verdad!disfruta cada minuto!
me paso lo mismo , la energia que existe en ese lugar es muy , muy especial , yo tuve la suerte de visitarlo con menos gente , me encanta tu aventura y disfrutala .
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