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Ju y Ananí |
Empieza un nuevo mes, en el calendario y en Perú. Ya la cuenta atrás, 28 días de “carpe diem”, 28 días que no dejaré de disfrutar, minuto a minuto, segundo a segundo. No se me escapará nada. Pero antes… felicidades Blanch.
Hoy estoy pasando un día diez, con Mari y Misielo, mis amores peruanoss, los que me cuidan, con los que comparto mi día a día, somos un trío guay y ellos y Jack Jhonson de fondo, hacen de esta, la mejor de las tardes.
Este fin de semana lo pasé en la selva, un escenario que jamás había contemplado. Es otro ritmo de vida, un decorado verdísimo inimaginable si no te pasas por allí y personas muy especiales que te encuentras por el camino, que te dan otra visión de la vida, que te enseñan a valorar lo que verdaderamente importa. Eso me llevo de Perú, empezar a vivir mi vida de una manera diferente, más pura, dejando las chorradas a un lado. Una vida en la que son las personas y lo que ellas te pueden aportar lo que verdaderamente importa. Nadie me ha dejado indiferente, de todas y cada una de las personas que conozco a diario me llevo algo, y de ellos, los bajitos, todo. Siempre he dicho de todos los lugares que he conocido, que al final, lo único importante es la gente con la que coincides, a la que conoces, de la que disfrutas. Nada del colegio mayor, la habitación, la zona, el frio o el calor que haga… la gente es lo que al final importa.
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Jeferson |
Con la llegada de Glo y Laura mil cosas nuevas han ido sucediéndose y cosas maravillosas. La Selva y el Cañón del Colca dos sitios para recordar siempre, pero si me quedo con algo, es con los momentos que las 3 pasamos en el proyecto. Me rechiflaron sus caras al conocer a mis niños, el brillo de sus ojos, su ilusión por conocerlo todo en el poquito tiempo del que disponían. Lo mejor de su visita sin duda.
Dimos una charla de salud reproductiva y planificación familiar para papás y mamás. Le hablamos de métodos anticonceptivos, les enseñamos condones y DIUs. También fue una lección para mí ya que tampoco yo los había visto nunca, los últimos claro, que pequeñitos son!!! A las mamás les dio mucha confianza el poder ver uno en su propia mano. Yo creo que a más de una la convencimos. Un éxito. Preguntaron mucho, se les veía tranquilas con nosotras, confiadas, sonreían… que linda experiensia!!!! Después de la charla fijamos consultas privadas, para que las que quisiesen concertasen una cita con la Dra. Cordeiro y poder hablar con ella. Examinarse. Ponerse el DIU. Yo hice de auxiliar en una de las consultas, gine por un día. Fue la leche, y me encantó ver a Glo en acción, yo quiero que mis bebés vean sus ojos nada más nacer. Luego mi coliño.
Laura organizó el botiquín. Ahora sabemos para qué sirve cada medicamento, en que dosis tenemos que administrarlo, qué es mejor que esté en la basura y que cosas tenemos que comprar. Se acabó lo de calcular… si yo peso 60 kg y me tomo una pastilla, este niño que debe pesar la una tercera parte pues un tercio de pastilla.
También supervisó lo que comen los niños y parece ser que eso no lo hacemos tan mal. Punto y mini punto para Huchuy Yachaq.
Mil gracias a las dos por compartir esto conmigo.
Mi lloro de la semana pasada se lo llevó Jeferson. Tiene 5 años y es guay. No puedo decir otra cosa. Llegué el viernes al proyecto prontito y solo estaba él. Me pidió que le contara el cuento de Los Siete Cabritillos antes de empezar con la tarea. Y cayéndoseme la baba asentí. Fui a por él y comencé mi lectura con el niño en brazos. Poco a poco fueron llegando el resto, cuando yo ya emocionada ponía voces a la mamá cabra, al lobo e incluso diferenciaba entre los 7 cabritilllos. Un show. Los niños boquiabiertos se reían y decían a coro: “pasa la patita por debajo de la puerta”. La que se quedó boquiabierta y con los ojos empañados fui yo que al acabar la historia y preguntar a Jeferson si le había gustado mi interpretación me lo encuentro cogido a mi mano totalmente dormido. Tan dormido como mi brazo después de dos horas sin dejar de ver como descansaba el niño más alegre del jardín.
Y ya para acabar, el más grande de los besos para Mari, que con tanto ajetreo la estoy cuidando un poco menos aunque queriéndola mucho más. ¿Compartimos sonrisas?